Ocho a por el oro.
LA COPA DE
ORO.
ABDEL. J.Crocqueveille. (+1)
Defiende la Copa ganada con autoridad el año
pasado. Entonces le bastó con seguir la estela de su enemigo íntimo, Celtic
Rock, para apuntillarlo en la recta final sin Kers ni DRS. Todo cambió en otoño,
cuando el caballo de Fierro se convirtió en su bestia parda: no le dejó arrimarse
en el Grupo III de Le Bouscat y le dominó en el combate final del año, ese
premio Reapertura con aire a duelo de western. Después de aquello, Meydan, el
trombo, las dudas… hasta su alucinante y casi fantasmagórica (re)aparición bajo
las estrellas. Si Abdel, el purasangre más especial que he visto correr en
España, vuelve a ganar el viernes la Copa de Oro y el próximo lunes (el
Gobierno Vasco) vuleve a correr y a ganar, entonces será un caballo de leyenda y el
Duque podrá decir que ha estado a la altura de otra leyenda: su padre.
BRINDOS. V.Janacek. (-4)
Se habla mucho y bien del hijo de Singspiel.
Cuatro victorias –la más espectacular, sin duda, la última- sobre cinco
participaciones en un trazado tan peculiar como el de Lasarte. La cuadra está
pletórica, pero tanto Janacek como Arizcorreta necesitan una gran victoria.
Brindos ha escalado peldaño a peldaño para llegar hasta aquí, corre en su pista predilecta
y lo hace en el momento preciso. Pero el último escalón, el que conduce a la
cima, es siempre el más difícil. Si es caballo de Gran Premio, el viernes lo
dirá.
CELTIC ROCK. J.L. Martínez. (+2)
Frente a la magia de Abdel,
Celtic Rock transmite profesionalidad. Suele hacer lo que piden: ni un esfuerzo
de más, pero ni uno de menos. Funciona como un reloj suizo, hasta el punto de
que se ha especializado en una distancia muy concreta: dos kilómetros -hectómetro
arriba, hectómetro abajo-. A partir de ahí, sufre –por eso el Gran Premio de
Madrid, que se corre por encima de 2’30”, será siempre una carrera vetada para
él-. Celtic es, por otro lado, un caballo ideal para Martínez. Ambos
interpretan a la perfección la tranquila carrera en punta.
FORTUN. B.Fayos (-2)
Se ha empeñado en quitarse la
etiqueta de patito feo (de yearling nadie lo quiso: fue vendido en 8.000
euros en trato directo). Ganó el Derby contra pronóstico; después desapareció,
casi lo enterramos y, cuando regresó, fue segundo del sideral Gran Premio de
Madrid de Friné. Conoce la carrera –fue cuarto en 2012- y es un batallador
nato, aunque puede ser de los principales damnificados si el terreno se
encuentra demasiado blando. La condición de outsider, una vez más, nadie se la
va a poder quitar.
NARROW HILL. R.C. Montenegro.
(+2)
Dos victorias en el Defi du Galop
(la última, hace apenas tres semanas) y valor 48.5 en Francia (frente a los 48
de Celtic y los 47.5 de Abdel) parecen avales suficientes para considerarlo favorito en una carrera con clara vocación internacional. Montenegro lo conoce
bien y tiene pinta de ser uno de esos rocosos caballos alemanes que se adaptan
con facilidad a diferentes pistas y distancias (como su paisano Blues Wave, que
no hace mucho y con un valor muy inferior se coló en el podio de todo un Gran
Premio de Madrid). Diplomado en listed, todavía no ha logrado licenciarse en
Grupo III, lo que le sitúa en la graduación un peldaño por debajo de Celtic
Rock y a la misma altura que Abdel.
SANT’ALBERTO. F. Spanu. (0)
Prototipo de caballo incansable. Dos
segundos y dos terceros en el Defi du Galop 2014. Está será para él la undécima
carrera del año y la 49ª de su vida. Otro dato: ha disputado 17 listed y no ha
ganado ninguno. Según parece, puede disputarle la punta a Celtic Rock, algo que
no debería incomodar al caballo de Martínez. Esta es su distancia y desde hace
tres años corre casi siempre en el mismo valor, que aquí puede bastarle
para sumar una colocación y superar los 300.000 euros en ganancias.
SUSPIRÓN. T. Henderson. (-4)
Si el factor pista fuese
determinante, los dos caballos de Arizcorreta harían gemela. Suspirón ha ganado las
cinco carreras que ha disputado en Lasarte: su imagen apareciendo por el
exterior a mitad de recta para acabar imponiéndose ya se ha convertido en clásica.
Imagino que esa será de nuevo la táctica: dormir en la cola del grupo y esperar
al final para tratar de cazar una plaza remunerada. Nunca ha corrido 2400 metros
y jamás se ha enfrentado a tantos rivales tan buenos.
ZAMAAM. F.X. Bertras. (-1)
Entrenado por el reputado François
Rohaut, Zamaam es propiedad de Hamdan al Maktoum, príncipe heredero de Dubai y
uno de los grandes mecenas del turf mundial. De modo que su presencia es un
pequeño acontecimiento para la carrera donostiarra. El caballo ha ganado solo una
de las seis carreras que ha disputado este año -y no fue demasiado relevante-
pero tiene un origen destacado y a sus cuatro años aún tiene tiempo para
progresar. Si algo lamento es que ningún tres años se haya atrevido a
participar en esta Copa de Oro.
Pronóstico: ABDEL-CELTIC ROCK-NARROW HILL
Carlos Guiñales
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