Alberto Remolina



Alberto Remolina: nuevos horizontes


Alberto Remolina, caballista de estirpe. Foto: Gran Premio
Noozhoh Canarias, seguramente el caballo más mediático del turf español en este siglo XXI, descansa de nuevo en Laredo bajo los cuidados de Alberto Remolina. El preparador cántabro intentará en 2016 que Noozhoh vuelva a ser el campeón que fue en el pasado. Lo logró con el casi desahuciado Cielo Canarias y mucho antes lo había conseguido con el inolvidable Young Tiger, caballos tan poderosos como frágiles que necesitaron de un terapéutico invierno en la playa para poder reverdecer laureles

DEL FÚTBOL AL TURF

Por su estatura y complexión atlética, Alberto Remolina parecía destinado a jugar al fútbol. Y durante muchos años lo hizo. Con el Racing de Santander llegó a jugar en Segunda División. Los caballos, durante mucho tiempo, se mantuvieron en segundo plano: “Y eso que en mi familia había mucha tradición. Mi abuelo y mi bisabuelo ya se dedicaban a la cría y compraventa de caballos, y mi padre tuvo el primer purasangre inglés que hubo en Cantabria. Fue Atorrante, un caballo que le compró junto a mi tío al preparador Manolo García para correr en los derbys de las playas. Hasta los 22 años, cuando dejé el fútbol, no empecé a interesarme por los caballos. El primero que tuve fue Alkimia, una yegua que le compré a la cuadra Machín a principios de los años 90. Me especialicé, sobre todo, en recuperar caballos con problemas”.

Durante los años posteriores, que coincidieron con la gran crisis del turf en España motivada por el cierre de La Zarzuela, Remolina participó en las carreras que había en las playas de Cantabria y en el hipódromo de Lasarte con caballos criados en su propia casa y preparados por Ángel Ímaz. Los cita de memoria: Chef de Baie, Grand Dancer, Regatón o Dancing Guard, que ganó el Critérium Internacional de San Sebastián. Mi primera victoria como preparador fue con Suave L´Honneur, montado por Jorge Horcajada, en una segunda parte de hándicap disputada en Lasarte en 2006”.

LAREDO, CAMPO BASE

Alberto Remolina –como sus paisanos Diego Sarabia, César Alonso, Enrique Puente o Eduardo Abejas- siempre ha mantenido la base de operaciones en su propia tierra. Natural de Laredo, es allí donde tiene sus instalaciones: “Las hemos renovado recientemente. Contamos con una pista de fibra para domar potros y un picadero cubierto, pero la recuperación y el entrenamiento de los caballos lo hacemos sobre la playa. La confluencia del agua dulce y muy fría del Río Asón con el agua salada del Cantábrico es ideal para los caballos. Es una playa de 2.400 metros de longitud con una arena muy mullida gracias a las subidas y bajadas de la marea. Podemos entrenar en línea recta o en óvalo, como si lo hiciésemos sobre una pista imaginaria. Se trata de una reserva natural, idónea para la recuperación de los caballos porque allí no sufren ningún tipo de estrés”.

Durante varios inviernos aquel fue el reposo del guerrero Young Tiger, el eterno y, sin embargo, delicado caballo de Javier Gispert: “Conseguimos que se recuperase después de una lesión y cada temporada se pasaba con nosotros cuatro o cinco meses antes de regresar a la competición. Ganó dos veces el Défi du Galop. Después de él, vinieron otros muchos caballos franceses de renombre”. Valiant Blue ha sido, por cierto, uno de los últimos turistas en llegar.

CUADRA EN EXPANSIÓN

Victorias en Toulouse, Bourdeos, La Teste o Deauville, y caballos como Ultime Bere, Vasco Bere, City Bhoy o Trastolillo le han permitido ir creciendo como preparador, pero nunca antes había tenido un plantel de caballos tan potente como ahora. En sus boxes hay una treintena de ejemplares, trece de los cuáles están en entrenamiento (hay tres de su propiedad, dos de la cuadra La Llana, dos de Hispánica y seis de los hermanos Bolaños). Su relación con la cuadra canaria nació a raíz de la lesión de Cielo en la primavera de 2014: Juan Carlos Bolaños quería intentar su recuperación y se puso en contacto conmigo. No había ningún compromiso, pero me visitaron varias veces, les gustó mi método de trabajar y poco a poco fueron enviándome más caballos. Noozhoh pasó aquí el invierno pasado y Cielo fue capaz de volver a las pistas y ganar el Gobierno Vasco, un éxito que intentaremos repetir el próximo año. Lasarte le gusta y será su principal objetivo. De su lesión está muy bien pero es un caballo que piensa demasiado. A medida que se acerca una carrera, le cambia el carácter. Hay que cuidarle porque tiene una mente complicada y siente mucho la presión”.

Los dos campeones de Bolaños. Foto: Gran Premio
Con Noozhoh Canarias, sin embargo, prefiere no marcarse metas concretas: “Llegó en septiembre, le dimos una carrera en Madrid para ver como respondía y nos dejó satisfechos. Si le hubiésemos exigido, posiblemente habría ganado, pero ése no era el plan. Es un caballo que ha tenido batallas muy duras en Europa y le hemos detectado pequeños problemas que debemos ir corrigiendo. No hay nada grave pero iremos paso a paso. Lo más seguro es que reaparezca en primavera en Madrid y después le iremos subiendo progresivamente de nivel”.

Como ellos, el resto de los caballos de la cuadra descansará durante el invierno. El final de la temporada es ideal para hacer balances y perfilar objetivos: Destino Canarias ha dado un valor interesante y será un buen tres años. De Mercenary espero una buena temporada, sobre todo en carreras sobre 1.600 metros. Míster Leonard, que solo costó 9.000 euros, ya ha sido un caballo muy rentable. En Francia ha dado un valor muy alto y le vamos a perdonar el fallo del Gran Critérium. Peslier nos dijo que no le gustó nada la pista blanda. Se le va a castrar y pasará un invierno tranquilo. Los únicos que trabajarán estos meses son algunos yearlings que parecen precoces, especialmente un hijo de Caradak y Bellaside”.

Aunque entrenar en Laredo es un privilegio para él, reconoce que los viajes son a veces incómodos para los caballos. Por eso estudia trasladarse la próxima temporada a Madrid con parte de sus efectivos: “No tengo ningún ejemplar que viaje especialmente mal, pero es muy posible que los caballos que vayan a hacer la primavera en Madrid se queden estabulados en La Zarzuela. Por ahora estamos viendo cuadras, pero nos gustaría probar la experiencia. Estoy muy ilusionado con el futuro porque tengo más caballos en entrenamiento que nunca y hasta ahora no había tenido una cuadra como Bolaños”.
 
Noozhoh Canarias, el descanso del guerrero. Foto: Gran Premio

Nuevos horizontes para Alberto Remolina y para una afición al turf que necesita volver a soñar con el futuro como lo hizo tiempo atrás con caballos como, sin ir más lejos, Noozhoh Canarias.

Noviembre de 2015 (publicado en A Galopar)

Carlos Guiñales



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