YEGUADA VALMODOMUS

YEGUADA VALMODOMUS, LA RENOVACIÓN


La aparición de nuevos propietarios en el turf español es siempre bienvenida. Más aún si diseñan proyectos a largo plazo, apuestan por la compra de yearlings y no le tienen miedo al fracaso. Raúl Rodríguez y Víctor Alonso, titulares de la yeguada Valmodomus, se acoplan muy bien a este perfil. En su primer año como propietarios no les ha ido nada mal: han puesto cuatro caballos en pista, han ganado con tres y se han llevado todo un Derby al primer intento.


NUEVOS ADICTOS


Toledanos de Valmojado afincados en Madrid, ambos son aficionados al mundo del caballo y al de los toros (Víctor ha llegado a ser profesional de la tauromaquia) desde hace mucho tiempo. Raúl afirma, sin embargo, que ninguno había estado en un hipódromo hasta hace relativamente poco: “Vinimos por amistad con Alfonso Núñez, al principio como simples aficionados, y empezamos a sentir el veneno del turf en el cuerpo. Surgió la posibilidad de comprar un caballo en multipropiedad, nos asociamos con Gonzalo Aboín y adquirimos parte de Good Trip en una de las subastas. La potra hizo una buena temporada a dos años, ganó en Dos Hermanas y estábamos muy ilusionados con correr la Poule, pero se lesionó y hubo que retirarla”.


Víctor reconoce que, lejos de arrojar la toalla, aquel trance les hizo más fuertes: “A Good Trip le teníamos un cariño especial. Lo que vivimos con ella lo disfrutamos tanto que nos enganchamos todavía más”.


Eso les llevó a crear la yeguada Valmodomus, cuyo primer fichaje fue un potro llamado White Bay que había disputado cuatro carreras en Francia con discretos resultados. A Rául, sin embargo, le llamó mucho la atención: “Víctor y yo hacemos las compras. No dependemos de nadie. Estudiamos orígenes y tomamos las decisiones. Podemos acertar o equivocarnos, pero el boleto lo echamos nosotros. De White Bay me gustaba su origen. El padre, New Bay, no da mucha precocidad, y él había debutado en Longchamp. Un potro que debuta en París no puede ser malo, así que lo compramos a través de Alex Mahony. Empezó con Alfonso Núñez y debutó en la fibra. Se vio que eso no era lo suyo, pero enseguida le vimos una calidad terrible. El propio Alfonso nos dijo que tenía algo especial”.


CAMINO AL DERBY


Su segunda carrera la disputó ya con Román Martín Arranz como preparador. Estreno en la hierba de Madrid y victoria en el premio Conchita Mínguez. Raúl y Víctor narran casi al unísono el resto de la historia: “A Román lo conocíamos porque había estado trabajando con Alberto Carrasco, entrenador de Good Trip, teníamos buena relación con la familia, él quería empezar a entrenar y llegamos a un acuerdo. Lo que nos hizo correr el Derby con White Bay fue el tiempo que marcó en el premio José Antonio Rodríguez. Ese día hizo mejor crono que el ganador del Velayos, así que apostamos por ir al Villapadierna. Ganarlo fue muy emocionante. Su victoria demostró que los sueños se cumplen. Cuando tomas decisiones propias puedes equivocarte o acertar, y ese día acertamos. Es muy difícil ganar un gran premio en el primer año como propietarios y nosotros lo conseguimos”.


Un mes después intentaron repetir la proeza en el Gran Premio de Madrid, carrera que no gana un tres años desde el triunfo de Premier Galop en 2007: “Quizás pecamos de novatos -reconoce Raúl-, todo el mundo nos decía que enfrentarnos a los viejos iba a ser duro, pero queríamos probar. En Francia y en Inglaterra se enfrentan a ellos y, si el tres años es mejor, los baten”.


White Bay volvió a desafiar a los viejos en el Memorial, previo paso por el Villamejor, donde fue segundo detrás de Domi Go: “Ese día Raúl Ramos lo cuidó bastante, fue menos castigado que el ganador. Ahora está fenomenal y peleará los grandes premios el año que viene”, apunta Víctor. Para Raúl, será el caballo quien vaya dictando su futuro: “Nos llamaron para ir a correr a Dubai, pero de momento queremos que se cuaje a 4 años. Todavía no hemos decidido el calendario. Hay una carrera que nos haría mucha ilusión ganar, la Copa de Oro, y es posible que cuidemos al caballo en primavera con ese objetivo”.


EL NUEVO PROYECTO


En verano se produjo un cambio en la preparación de la cuadra que a nadie pasó desapercibido. Román Martín Arranz, pese al triunfo en el Derby, fue relevado por Fernando Pérez. Víctor lo explica: “Teníamos con él un acuerdo verbal para dos años, pero después de seis meses nos comentó que tenía una oferta irrechazable de otra cuadra. Nos desilusiamos porque nuestra idea era tener un preparador en exclusiva y por eso se produjo el cambio de entrenador. Decidimos que cada uno siguiese su camino. Le deseamos lo mejor como buen profesional que es. A Fernando Pérez lo conocíamos también por Alfonso Núñez y vino a echarnos una mano. Ha ganado con Lighningsun y con Tauromaquia en el debut, y con White Bay ha sido segundo del Villamejor. Ha demostrado ser un gran profesional”.


Con estas palabras ambos reconocen su trabajo durante este tiempo, porque el próximo año su preparador será el argentino Diego Hernán Benítez, hasta ahora assistant trainer de la cuadra: “Está contratado por nosotros desde que estábamos con Román. Ha sido jockey y entrenador en su país y esperamos que en febrero, si consigue sacarse la licencia en España, sea nuestro nuevo preparador para continuar con el trabajo hecho por Fernando hasta ahora”, afirma Raúl.


La cuadra también contará con un jockey bajo contrato. Será el joven portugués Luis Fonseca, ganador de 19 carreras en España y actulamente sancionado: “Se equivocó en el pasado, -asegura Raúl- pero lo ha reconocido y pensamos que merece una nueva oportunidad. Para nosotros es importante tener un jockey fijo en la cuadra”.


Además de White Bay y Lightningsun, ambos ya con 4 años, Valmodomus cuenta con cinco potros de 3 años y un potro de 2. Sus propietarios inician 2022 con renovadas ilusiones: “Tauromaquia nos recuerda a Maracay. Ganó el debut con un solo palo por los cuatro que recibió Lady McQueen, a la que batió yendo a más. La madre y la abuela fueron yeguas de fondo. Nos gustaría abordar la Poule y Oaks con ella. Colosal se limitó a debutar y esperamos que mejore el año que viene. Los dos mejores tres años que tenemos son Diamant Brut (por Vadamos) y Spanish Camelot (por Camelot), que aún no han debutado. Están trabajando por las mañanas poco a poco, pero cuando debuten estarán listos para ganar. Tambíen contamos con la nacional Sevillana y con el dos años Spanish Ruler”.


Un plantel con el que aspiran a consolidar su proyecto como propietarios: “Hemos venido para quedarnos mucho tiempo. Queremos que Valmodomus sea una cuadra familiar en la que estemos muy involucrados en la toma de decisiones de principio a fin. Tenemos varias fincas y en el futuro nos gustaría criar, pero siempre con algo nuestro. Tauromaquia, por ejemplo, sería una buena opción para empezar”.


Un proyecto de futuro que sería imposible sin una potente dosis de optimismo, tal como refleja Víctor: “Lo que han hecho Alfonso Nuñez o Guillermo Arizkorreta es un ejemplo de lo que pueden hacer nuestros caballos en el extranjero. Lo que hace falta es que haya más caballos y propietarios. Creemos que el turf debe ir a más en el futuro, hay que atraer a más aficionados. Hemos hablado con el nuevo presidente del Jockey Club y pensamos que tiene buenas ideas para mejorar la situación”.


Entusiasmo y confianza les sobran a los propietarios de la yeguada Valmodomus. Con semejante actitud, un buen puñado de mimbres en la cuadra y alguna pizca de suerte será fácil que la puerta de ganadores se abra muchas veces para ellos en el futuro.

Diciembre de 2021 (publicado en A Galopar)


Carlos Guiñales








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