Hermanos Bolaños
Juan Carlos y José Luis Bolaños.
Siempre
Noozhoh, siempre Canarias
Dos años después de rozar el
cielo (Prix Jean-Luc Lagardere, París, octubre 2013) Noozhoh Canarias y los hermanos Juan Carlos y José Luis
Bolaños vuelven a pisar la tierra. El hijo de Caradak repitió en el Premio Ruban el mismo segundo puesto alcanzado
entonces en Longchamp, pero entre ambas carreras media un abismo. Lo importante
el pasado domingo, dicen los Bolaños,
no consistía en ganar la carrera sino en recuperar al caballo. Y el caballo, al
menos, luchó hasta el final por la victoria. Para unos propietarios
acostumbrados a ver cómo sus ejemplares renacen de las cenizas –de Noozhah a Cielo Canarias- la confianza en el futuro de su caballo estrella
parece seguir intacta.
José Luis y Juan Carlos Bolaños, junto a Noozhoh y Cielo Canarias. Imagen: Gran Premio |
NOOZHAH, LA YEGUA DE FELIPE
RAMÍREZ
Felipe Ramírez murió hace un año, pero en Gran Canaria todos le
recuerdan. Era un aficionado al turf que solía comprar caballos en Inglaterra
para sus paisanos de la isla. Los hermanos Bolaños
le deben su afición del turf. Le deben, por supuesto, a Noozhah,
el comienzo de todo: “Había traído a la
yegua para un cliente de Las Palmas que después se aburrió de ella. Nosotros no
sabíamos entonces nada de turf pero teníamos un par de caballos de paseo y nos
ofreció cambiarle uno de ellos por Noozhah.
Recuerdo –cuenta Juan Carlos- que el día de su debut con nuestros colores
estaba temblando de los nervios en el paddock. Fue segunda, pero me di cuenta
de lo que era vivir la emoción de una carrera de caballos”.
Juan Carlos y José Luis,
dos de los ocho hermanos Bolaños,
llevan desde entonces las riendas de la cuadra. En el hipódromo de Santa Lucía
de Tirajana, la localidad de donde procede la familia, se divirtieron mucho con Noozhah –ganadora de siete carreras seguidas después de aquel debut
de infarto- y Bellabellini, su siguiente fichaje: “En Gran Canaria hay muchísima afición. En todas las fiestas de los
pueblos hay carreras. Antes eran de caballos cruzados pero ahora son todos
purasangres. La gente compra caballos en Tattersalls para correr sobre el asfalto.
A muchos no les importa no cobrar los premios. Lo único que quieren es correr”.
Noozhah, en Santa Lucía. Imagen: Simplementeuncaballo1 |
Noozhah se lesionó el día de su última victoria en Santa Lucía y
los Bolaños pensaron que no volvería
a correr, pero se recuperó y Felipe
Ramírez les animó a probar suerte con ella en la península: “Nos parecía una cosa de locos, con la edad
que tenía y lo delicada que estaba, pero al final hicimos el desplazamiento y
contactamos con Enrique León. No le
conocíamos pero él también estaba empezando como entrenador, era paisano
nuestro y decidimos ayudarnos mutuamente. Ganamos en Madrid –la primera
victoria de Pablo Gredilla- y San
Sebastián y nos colocamos en el Benítez de Lugo. Estábamos preparando a Noozhah para correr la Mijas Cup
cuando, un día que recuerdo muy bien, nos llamó Marta Varela para decirnos que se había roto definitivamente y no
volvería a correr más. Venderla no fue fácil. Llamamos a varias puertas hasta
que José Hormaeche decidió quedarse
con ella para la Yeguada Milagro”.
CIELO CANARIAS, DE PEACEMAKER A
CABALLO DE GRAN PREMIO
Bellaside fue la siguiente adquisición del Grupo Bolaños. La potra quedó segunda en su debut en un reclamar en
Madrid y a José Luis le gustó
especialmente: “Me enamoró en cuanto la
vi. Comprarla fue una especie de impulso. Queríamos tener un dos años y
acabamos divirtiéndonos mucho con ella”. Excelente velocista, Bellaside fue ganadora de listed en
Italia y del Covarrubias en España, además de escoltar a Silverside en el Hispanidad, una carrera que acabaría ganando Cielo Canarias para Bolaños por partida doble: “Cielo
nos sorprendió a todos. Como al principio no destacaba mucho, le matriculamos
en el Gobierno Vasco con la intención de marcar el paso para Stratvs Canarias, en quien confiábamos
de verdad; pero perdimos a Stratvs por
culpa de una simple castración y eso nos dejó una amargura muy grande. Nunca
sabremos hasta dónde habría llegado. El caso es que al final Cielo corrió el Gobierno Vasco y ganó
la carrera”.
Juan Carlos Bolaños recuerda también la victoria de Cielo en el Carudel, por el significado de la carrera que rinde homenaje al
jockey más célebre del turf español, y la frustración que supuso no poder
repetir triunfo al año siguiente: “Estaba
preparando la carrera cuando se fracturó un menudillo. Decidimos operarle porque
era Cielo y queríamos darle una vida
digna, pero parecía imposible volver a correr. Se lo enviamos a Alberto Remolina y, sorprendentemente,
se recuperó muy bien. Tiene dos tornillos que le acompañarán toda la vida pero,
después de descansar este invierno, si el caballo quiere, seguirá corriendo un
año más”.
NOOZHOH, LA GRAN APUESTA
Días antes de la subasta de
Milagro celebrada en el otoño de 2012, los hermanos Bolaños visitaron los yearlings con la intención de comprar alguno
de ellos, pero Noozhoh solo llamó su
atención por ser hijo de Noozhah: “Otros nos gustaban más, la verdad, pero al
final tiramos por el lado sentimental y el precio (11.000 euros) nos pareció
bastante correcto”.
En la pista asombró desde que
plantó sus cascos sobre ella, encadenando victorias en el Primer Paso,
Martorell y Criterium de Bequet (Listed) antes de afrontar el Jean-Luc
Lagardere, todo un Grupo I en el mejor escenario posible: “Después de ganar el Criterium, empezaron a llegar algunas ofertas, los
medios de comunicación se interesaron por el caballo y recibimos muchos mensaje
de ánimo de gente sin especial interés por el turf. El Lagardere lo afrontamos
como una aventura. Solo estar allí era un sueño, pero en la recta –confiesa
Juan Carlos- cuando apareció primero y parecía que ganaba, casi me da algo, fueron
unos segundos de muerte. No fue posible, quizás por el tropezón o quizás
Soumillon no tuvo su mejor día, pero no se puede criticar a un jockey de esa
categoría”. El caballo se revalorizó y las ofertas por él se multiplicaron.
Los Bolaños reconocen que alguna
llegó a rondar el millón y medio de euros: “Lo
pensamos, dudamos mucho pero dijimos que no. Teníamos un proyecto con Noozhoh y había una afición que
respaldaba al caballo. La oferta era muy tentadora pero confiábamos en él”.
El Torre Arias, en la primavera
del año pasado, Noozhoh recibió de
esa afición todo el cariño posible y él respondió con una exhibición sobre la
pista antes de atacar, de nuevo, las grandes carreras europeas. Aquella fue,
sin embargo, su última victoria: “Corrió
muy bien las Dos Mil Guineas. Los primeros 1400 metros, cuando los puso a todos
en fila a un ritmo impresionante, fueron inolvidables. Pero aquella carrera y,
sobre todo, la July Cup que disputó después, acabaron pasándole factura.
Decidimos dejar el caballo en Francia para evitarle viajes, pero cuando llegó a
Carlos Laffón no estaba en las
mejores condiciones. Las cosas no han salido como queríamos pero a Carlos no hay nada que reprocharle,
siempre nos ha tenido al día de todo. Intentó, creo que de manera inteligente,
cambiar su manera de correr, llevarlo tapado para que respirase mejor, pero el
caballo no lo aceptó, a Noozhoh le
gusta sentirse líder y hay que dejarle galopar. Simplemente, en Francia no ha tenido
suerte y por eso ha vuelto a España”.
Como preparador, los Bolaños han elegido a Alberto Remolina, cuyo centro de
operaciones está en Laredo: “Conocimos su
manera de trabajar cuando le llevamos a Cielo
y nos gustó. Nos ha demostrado que se pueden ganar carreras entrenando en el
mar, en un entono donde los caballos también disfrutan. Tenemos cuatro caballos
con él y tres de ellos –Cielo, Tara y Destino- ya han ganado. Noozhoh
solo lleva con Alberto 47 días y
están conociéndose. Correr el Ruban ha sido decisión suya y también decidirá él
si corre el Blasco. También ha elegido él que lo monte José Luis Martínez y lo compartimos. José Luis será su jockey siempre que quiera serlo. Lo importante
ahora es que Noozhoh pase el
invierno con buenas sensaciones. A veces hay que bajar el listón de los
caballos para recuperarlos moralmente. Queremos que Noozhoh siga corriendo, que vuelva a ser el caballo que fue”.
Un deseo posible todavía, sobre todo
porque –a pesar de la relativa decepción que supuso no ganar el domingo- Noozhoh es todavía un caballo de cuatro
años que no ha sufrido lesiones. Los Bolaños,
además, saben que será difícil encontrar un ejemplar de su categoría en el
futuro, aunque ya apuntan algunos nombres: “Estamos
muy ilusionados con Destino Canarias,
que es muy grande y no para de crecer. Ha salido de maiden y correrá la Copa de
Criadores. Vamos despacio con él porque será todavía más interesante el año que
viene. Y también nos gusta mucho el yearling Paraíso Canarias, un hijo de Bellaside
(por Caradak), que ya está en las
manos de Alberto Remolina”.
El apellido Canarias acompaña siempre al nombre de todos los caballos de Bolaños como homenaje a su tierra, pero
nadie olvidará nunca que fue, sobre todo, Noozhoh
quien puso el nombre de Canarias en la élite del turf mundial.
Octubre de 2015 (publicado en A Galopar)
Carlos Guiñales
Maravilloso! y gracias!
ResponderEliminarEstaba deseando leerte y me ha encantado... todo el rato secándome las lagrimillas jejeje.
Me ha gustado mucho saber un poco más la historia de Cielo... porque aunque conocer a Noozhoh fue una pasada... siento que con el que más feeling tuve fue con Cielo.
Saludos!!! y con tu permiso comparto tu entrada en la página de facebook de mi blog ;-)