Nieves García

NIEVES GARCÍA. LA JOCKETTA QUE SIEMPRE VUELVE.


Nieves García, a lomos de Sunami
Imagen: Aldaniti Turf
Jocketta, propietaria, primer ayudante de una cuadra en plena expansión, esposa del preparador Jorge Rodríguez y madre de tres hijos. Todo eso, y mucho más, es Nieves García. Una turfwoman que, a nivel colectivo, reivindica con fuerza el pujante papel de las mujeres en el mundo de las carreras de caballos y, a nivel personal, sueña con esa victoria en un Gran Premio que, hasta la fecha, se le resiste.

NACIDA EN SEVILLA.

Nieves García nació en Sevilla, una tierra muy vinculada a los caballos y al turf (ya en 1861 se disputaban carreras en la ciudad hispalense y en 1929 se celebró allí un Gran Premio dotado con 100.000 pesetas de la época). Ella, sin embargo, descubrió algo tarde el mundo de las carreras, pero cuando lo hizo se quedó prendada: "A mi padre le gustaban mucho los caballos, sobre todo los de enganche, pero al hipódromo no íbamos mucho. La primera vez que me subí a un purasangre fue gracias al gentleman Luis Parladé. Me vio ligera de peso y me animó. Tenía 19 años y al principio me daba miedo subirme a un animal con tanta potencia, pero en seguida vi que era tan noble como cualquier otro y me encantó".

Su primer triunfo lo logró con Bailio, de Manuel Álvarez, en Mijas en el verano de 2003, pero ya en aquella época su entrenador de referencia -y algo más- era Jorge Rodríguez: "La Zarzuela estaba cerrado y él tenía los caballos en Sevilla. Nos casamos, tuvimos a nuestra primera hija y fue el quién me animó a convertirme en jocketta porque me veía con cualidades. Mi primera victoria como profesional fue con El Postigo en Madrid. Recuerdo la sensación de estar sola en el cuarto de chicas porque todas se habían ido a las carreras de Orense. Nunca se me olvidará. Fue mi mejor época. Durante dos o tres años estuvieron dándome muy buenas montas".

Con El Postigo logró su primer triunfo en La Zarzuela.
Imagen: Hipodromosycaballos.blogspot.com


FAMILIA Y TRABAJO.

Desde hace una década, Nieves y Jorge compaginan su relación familiar y profesional. Tienen tres hijos, de 9, 2 y 1 año: "Jorge llega al hipódromo sobre las cinco y media de la mañana. Yo voy un poco más tarde, después de llevar a los niños al colegio. Profesionalmente confía mucho en mí. A los dos nos gusta lo que hacemos. Él lo ha mamado desde chiquitito y yo disfruto con el trabajo diario -sentir los caballos y ver cómo evolucionan-, pero cuando estamos en casa intentamos desconectar: si le pregunto por algún caballo, en seguida me cambia de tema. Al final solo nos queda un ratito para nosotros".

Nieves es, además de jocketta, propietaria de la cuadra Sureña, colores con los que han corrido, entre otros, Zagato, Spanish Rumbita, Samsam y ahora Deseado: "Me he caído tres veces en carreras y siempre ha sido con caballos de mi cuadra. Jorge prefiere que no monte en carreras porque lo ve peligroso, sobre todo ahora que tenemos tres niños, pero a mí es lo que más me gusta. Si gano, genial; pero correr bien es algo que también me llena. Siempre que me he quedado embarazada, pensaba que no volvería a montar, pero después es algo superior a mis fuerzas. Lo llevo dentro y siempre he trabajado duro para volver a ponerme en forma. Después de mi segundo embarazo monté a Albuhera en el Carlos Sobrino y, cuando los caballos saltaron a la pista y el público empezó a aplaudir, se me saltaron las lágrimas de la emoción de verme ahí de nuevo".

Junto a Jorge Rodríguez, con los colores
de la cuadra Sureña. Imagen: Úlimo Furlong

Nieves forma parte de ese reducido grupo de mujeres –Gloria Madero, Claudine Cazalis, Sandra Bermejo- que ha dado el salto al profesionalismo en un deporte donde los hombres son mayoría: "Al principio, cuando montaba con el descargo, me miraban con algo de recelo. Ahora las cosas han cambiado. Creo que nos miran con más cariño. Estoy convencida de que las mujeres tenemos mejores manos para los caballos que los hombres. Ellos tienen más fuerza, pero eso lo podemos adquirir con el tiempo. Personalmente, mis mejores cualidades son la tranquilidad y la capacidad para sentir al caballo, aunque también puedo arrear durante toda la recta. De mis compañeros, creo que el más completo es Janácek, pero de todos me gusta algo: la fuerza de Fayos, la sangre fría de Crocquevieille... y Óscar, Matías o José Luis también tienen cualidades"



ASIGNATURA PENDIENTE.

Desde su reaparición con Deseado a finales de abril, Nieves no ha vuelto a conseguir la victoria. Tampoco ha montado mucho para otros preparadores. "Me gustaría montar más, pero mi mayor ilusión sería ganar un Gran Premio. Con Albuhera estuve cerca de conseguirlo. Ahora tenemos muchos caballos de la cuadra Altamira y espero ganar con ellos. Su propietario es un hombre muy agradable que en Venezuela iba a las carreras desde chiquitito y nos deja trabajar con libertad. Está aportando mucho al hipódromo, trayendo caballos en entrenamiento con nuevas sangres y apostando muy fuerte por las yeguas de cría para crear una buena yeguada en España. Esperamos tener una buena temporada y ganar algún Gran Premio para él. Uno de sus caballos, Mr. Kotei, es mi ojito derecho. Lo monté en su debut y me encantó. Todavía es muy chiquitito y tiene mucho margen de mejora".

Pero el caballo estrella de la preparación está siendo, sin duda, Delfmar, de la cuadra Colisa, ganador del Martorell y del Criterium Nacional: "En galopes lo monto siempre. Es grande y muy bruto. Tiene mucha fuerza, pero parece que conmigo se tranquiliza. Y en carreras es muy profesional. Una máquina. La última actuación no se la voy a tener en cuenta. Estamos esperando a que nos diga cuándo quiere volver a correr".


Haber nacido en Sevilla no solo predispone a sentir los caballos -expresión utilizada por Nieves varias veces a lo largo de la entrevista; también suele imprimir alegría y optimismo en el carácter: "Yo apuesto por el hipódromo. Hace falta salir de la crisis y que vengan buenos propietarios, pero creo en el futuro". Y un apunte final: "A todos mis hijos les encantan los caballos. La mayor siempre me está preguntando por ellos; pero el que más miedo me da es el mediano, que va a cumplir 3 años y es muy valiente y fuerte. Si algún quiere ser jockey, será de los buenos".

Octubre de 2014 (publicado en A Galopar)

Carlos Guiñales

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